Uno de los jugadores que tenía muchas papeletas para vestir la elástica blanca esta misma temporada, durante el pasado mercado de verano, fue Harry Kane.
El antiguo ‘10' del Tottenham Hotspurs decidió poner fin a su etapa en la entidad británica y cambiar de equipo para conseguir algunos títulos durante el tramo final de su carrera. Con la salida de Karim Benzema, rápidamente posicionaron al ariete inglés en el vestuario del Santiago Bernabéu.
En este caso los rumores sí habían acertado: Carlo Ancelotti personalmente solicitó su incorporación, pero la respuesta desde las oficinas de Valdebebas fue clara: “Mbappé o nada”.
Con el atacante de Bondy sin posibilidad de dejar el Parque de los Príncipes, solo se fichó a Joselu como refuerzo para la posición de delantero centro.
El hecho de que el atacante de Bondy se convirtiera en agente libre durante el verano de 2024, sumado al deseo de Florentino Pérez de contar con Mbappé para su proyecto deportivo, fue uno de los motivos que alejaron al futbolista inglés del Real Madrid. El otro, a pesar de las solicitudes de Carlo Ancelotti, fue el tránsfer exigido por el Tottenham.
Imposible de hacer realidad
Kane recuerda que “pidieron entre 100 y 120 millones” al Real Madrid, un precio que la junta directiva liderada madridista consideró fuera de mercado: Kane ha superado la barrera de los 30 años y, además, su contrato con el Tottenham Hotspurs terminaba al año siguiente. No había motivos para hacer una inversión tan llamativa.
La conjunción de ambos elementos se convirtieron en obstáculos insalvables que llevaron definitivamente a Harry Kane al Bayern de Múnich a pesar de que Carlo Ancelotti había solicitado su incorporación para cubrir el hueco dejado por Karim Benzema. En su lugar, el míster de Reggiolo recibió a un Jude Bellingham que lleva 31 participaciones de gol esta temporada: ha anotado 21 tantos y dado 10 asistencias.
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