El Allianz arena de Múnich llevaba esperando desde hace días por un primer asalto por el Bayern de Múnich y el Real Madrid por estas semifinales de la Copa de Europa que ya empiezan a ser una realidad. Toni Kroos, la figura de los 45 minutos iniciales gracias a su pase a Vinicius, recibió incluso elogios en medios de tanto chiflido por Alemania. Joshua Kimmich se lo dijo antes de entrar en el túnel de vestuarios.
Los hombres de Carlo Ancelotti llegaban con la confianza intacta e igualmente más que optimistas de cara a lo que suponía una nueva semifinal de este torneo que siempre genera expectativa en las gradas del Santiago Bernabéu. Enfrenté muchas caras más que conocidas y por encima de todo un equipo al que el mismísimo entrenador italiano del Real Madrid dirigió años atrás.
La previa se hizo eterna e igualmente aguardaba diversos choques a nivel de nombres puntuales que se vieron desde el primer instante que el balón empezó a rodar por Múnich. Hubo acciones de todo tipo y por encima de todo la tensión competitiva que implica estar situado en unas semifinales del mayor torneo de clubes a nivel planetario. Se podían cortar los nervios con un cuchillo, hasta que apareció el de siempre.
Rendidos
“Toni, nos has destrozado la primera parte…”; le dijo Kimmich su compatriota sobre cómo Kroos les había cambiado el ritmo del otro. Ya no hablamos solo por el pase a Vinicius, sino también evitando la presión del Bayern y controlando los tiempos de un conjunto local que tras algo más de 15 minutos de máximo esfuerzo se había rendido ante que no olvidemos es uno de los hijos más pródigos de su cantera.
Kimmich no dudó no solo en abrazarse con quién nuevamente vuelve a ser compañero en la selección alemana sino igualmente con un futbolista que en este tipo de noches no deja de agrandarse. Que el Real Madrid gane de momento en Alemania no puede entenderse sin Vinicius por supuesto, pero tampoco sin un Kroos que dio otro recital a lo largo de la primera parte en la que fue su casa.
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