Así pues, la celebración será en la más absoluta intimidad. El cuadro merengue tiene la mente en lo que se avecina el miércoles, que no es otra cosa que unas semifinales de la Copa de Europa. Wembley espera a lo lejos.
Por esta precisa razón, desde la entidad han decidido no celebrar nada con la afición. La Cibeles sí que está vallada para que vaya cualquier hincha a festejar el título, pero los jugadores no irán en esta ocasión.
Así pues, la situación es completamente diferente a la que se vivió en 2022. Hace dos años, el conjunto de Ancelotti se proclamó campeón de liga tras vencer al Espanyol y acto seguido festejaron el título, a pesar de tener un enfrentamiento importantísimo contra el City tres días después.
No dependen de sí mismo
La clave de esta medida que se ha adoptado desde la zona noble de Chamartín es que no se depende de sí mismo, a diferencia de lo que sucedió hace un par de temporadas. Precisamente, esta es una de las razones por las que no se acudiría a Cibeles.
“No hemos pensado en nada de todo esto, porque todavía no hemos ganado nada. Pensaremos en las celebraciones el día que estemos matemáticamente seguros. El único objetivo de mañana es sacar tres puntos de este partido”, fue lo que dijo Ancelotti en rueda de prensa. Con esto, todo más que dicho. En caso de celebración, tanto jugadores como técnicos lo harán de manera privada.
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