Chus Mateo arrancó el encuentro con un quinteto bastante reconocible. Empezó con Goss a los mandos, Musa y Deck en las alas además de Yabusele y Tavares en la pintura.
El primer cuarto tuvo más fallos de los esperados por parte de ambos. La anotación era baja y conseguir un triple era poco menos que un milagro (12-9, min.7). Eso sí, a nada que los de Mateo hicieron un par de buenas defensas y consiguieron correr, estiraron más su renta inicial (16-9, min.9). Deck y Tavares empezaron a dejar su carta de presentación en el choque a base de puntos y rebotes. Con ellos al mando, el Madrid acabó los primeros 10 minutos con una ventaja de ocho puntos, 21-13.
Llull, lesionado en la rodilla
El Madrid arrancó el segundo cuarto subiendo el nivel defensivo y acertando en el aro contrario. Hezonja clavó una jugada a tabla y LLull anotó un triple en su primer intento. Un Sergio que, poco después, se fue lesionado tras recibir un golpe en la rodilla. Una mala noticia porque no volvió a jugar. Con todo, la distancia empezaba a ampliarse de forma importante (31-17, min.12). Los de Mateo tuvieron un final de cuarto con algún fallo de más y eso le costó llegar al descanso con menos renta de la que tenía (41-34, min.20).
Tercer cuarto igualado
El tercer cuarto se convirtió en una especie de intercambio de golpes. La intensidad subió de forma evidente en ambas zonas y el Madrid no terminaba de estar cómodo en el encuentro. De hecho, Mateo se agarró un enfado importante con los suyos al entender que hubo cierta relajación en la recta final de este periodo. De hecho, la renta de los blancos decreció hasta los dos puntos a falta de un minuto para la finalización del tercer cuarto (60-58, min.29).
El Real Madrid intentó una pequeña escapada en el último cuarto, sin embargo, a los de Mateo les costaba conseguirlo. El Valencia, con sus bases jugando unos contra uno con acierto de cara al aro, se acercó en el marcador (77-75, min.36) e, incluso, le dio la vuelta al mismo después de varios fallos seguidos de los blancos (79-81, min.38). Cuando peor lo pasaban los blancos emergió la figura de Deck para, con cinco puntos consecutivos, devolverle a los de Mateo la ventaja en el marcador (85-81, min.39).
El encuentro estaba abocado a un final de angustia y, a falta de 26 segundos, el Madrid estaba con un punto de ventaja… pero la pelota era del Valencia. Los blancos se la jugaron a defender y, en esta ocasión, les salió bien porque los valencianos no anotaron. El 86-85 final pone al Madrid en las semifinales del torneo copero en las que se medirá a un Unicaja que se 'cargó' al Barcelona del jugador mejor pagado de Europa, un Mirotic que volvió a firmar otro ridículo.
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