El futuro de Vinicius en el Real Madrid está en el aire. El brasileño finaliza su contrato en 2027 y lo cierto es que el objetivo que tienen en el club es que renueve su contrato. En caso de que no lo haga, estará en venta durante el próximo verano.
Todo ello porque Florentino Pérez no se quiere ni imaginar que pueda marcharse como agente libre. Además, el presidente es consciente de que es un jugador que cuenta con mercado y que lo podría sacar por unos 150 millones de euros.

En Inglaterra, concretamente el diario The Mirror, asegura que emisarios del Manchester United ya se han reunido con los agentes del futbolista. No obstante, también apuntan a que el bueno de Vini prefiere esperar antes de tomar cualquier decisión.
Las diferencias entre el Real Madrid y Vinicius para renovar
El internacional con Brasil todavía no ha ampliado su vinculación con el club blanco, debido a que hay diferencias en términos económicos. Él ha dicho en más de una ocasión que quiere seguir jugando en el Bernabéu, pero está claro que para ello deberá de alcanzar un acuerdo con el presidente.

Desde el Real Madrid le ofrecen unos 20 millones de euros al año, es decir, dos 'kilos' más de los que realmente gana a día de hoy. Sin embargo, él quiere estar cerca de los 30 millones y, a su vez, ganar una prima de renovación, algo que nunca antes se ha visto en el club.
Florentino Pérez no quiere ningún pulso de Vinicius
Tanto el futbolista, que es una estrella mundial, como su entorno deben de tener claro que a Florentino Pérez no le gustan los pulsos. Tan solo hay que ver, por ejemplo, lo que pasó con Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos.
Florentino admira y quiere mucho a Vinicius Junior. Le considera una pieza importantísima en la institución gracias a su rendimiento durante las últimas temporadas, pero, a su vez, nunca lo pondrá por encima de los intereses de la entidad.
¿Como acabará este culebrón?
Voces autorizadas del Valdebebas creen que este pequeño culebrón, que cada vez cansa más a los aficionados, está destinado a tener final feliz. Piensan que ambas partes están condenadas a entenderse y que todo puede resolverse con un cara a cara entre ellos. Aseguran que este será el mejor desenlace para todos. No les falta razón.