El Real Madrid sigue trabajando en hacer realidad varios de los fichajes que tiene pendientes para las próximas temporadas. A pesar de que todavía quedan once meses para que el mercado estival empiece una vez más, desde las oficinas de Vladebebas no pierden la oportunidad de avanzar en todo lo que sea necesario. No solo los fichajes como agente libre que se manejan ahora mismo.
También en el cumplimiento de una de las peticiones más notables de Xabi Alonso. Después de la experiencia en el Mundial de Clubes, el técnico vasco solicitó el añadido de un centrocampista creativo, preferiblemente de corte defensivo, para completar la medular. Los ejecutivos merengues señalaron que la operación no se llevaría a cabo ese verano, pero la lista de futuribles para la demarcación ya había adquirido un tamaño considerable.
Por eso continúan las disquisiciones para comprobar qué jugador es el mejor de todos los ojeados hastala ehca. Algunos rumores apuntan en dirección a Kees Smit, mientras que la mayoría se detiene en un jugador dela Premier League. El nombre de Adam Wharton no es ajeno para la dirección deportiva madridista, que ya ha sondeado sus condiciones de contratación.
Objetivo seleccionado
Durante este mismo verano se barajó la posibilidad de que el tránsfer de Wharton ascendiera hasta los 100 millones de euros, una cira que el Real Madrid no estaba dispuesto a desembolsar. Con el cierre de la ventana de transferencias ha surgido nueva información que lleva a la reevaluación de ese precio solicitado desde la zona noble de Selhurst Park. La reacción en la capital de España ha sido muy clara.
No en vano los mandamases merengues ponen como ejemplo el fichaje de Álvaro Carreras. A pesar de que el futbolista se formó en La Fábrica, el club decidió dejarle marchar al Manchester United. Apenas cuatro años después le recuperó por unos 50 millones de euros, cantidad desvelada por Mario Cortegana en 'The Athletic'. Esa misma cifra sería el límite, quizá con opción de aumentar hasta los 60 millones, que el club blanco destinaría para Adam Wharton.
Tiempo de cambios
Los baremos de la escuadra merengue se han visto forzados a ampliarse con el paso del tiempo. Hasta hace poco el Real Madrid se negaba a pagar más de 50 millones de euros por un central: no en vano era la misma cantidad abonada por Éder Militão al Oporto en enero de 2020. La llegada de Dean Huijsen, procedente del AFC Bournemouth, lo cambió todo en ese sentido.
Puede que el interés de la cúpula blanca en cumplir la petición de Xabi Alonso, concluyendo así el relevo generacional en el centro del campo, tenga un efecto similar al caso recién descrito en la defensa. La intención de la tesorería madridista es mantener esos 60 millones de euros como techo de gasto para el traspaso de Adam Wharton, circunstancia que podría complicarse no solo por la resistencia natural del Crystal Palace.
También por la competencia en la élite futbolística europea. El Liverpool era uno de los clubes que seguía activamente el perfil del jugador glazier, una búsqueda en la que no se habrían rendido. A pesar de su llamativo gasto de más de 450 millones de euros, en Merseyside están dispuestos a pagar más para ofercer a Arne Slot un equipo a su medida.