El Real Madrid se ha llevado el Clásico con total justicia ante el Barcelona (2-1), si bien es cierto que, vista la superioridad de los blancos -sobre todo en la primera parte-, el resultado ha quedado escueto. Los goles de Kylian Mbappé y Jude Bellingham hicieron estéril el tanto de Fermín y el Madrid ya vuela en la Liga, habiendo dado el primer manotazo sobre la mesa. El equipo de Xabi Alonso es más líder, con 27 puntos y ya saca cinco marcas al Barça, que se queda con 22.
Con un arbitraje nefasto, que invalidó tres goles en total al Madrid -uno de ellos, absolutamente legal-, el equipo local también vio cómo le birlaban un penalti -claro- de Lamine Yamal sobre Vinicius Junior que, en un primer momento, sí fue señalado. En cualquier caso, el primer gol llegaría a través de un pase de Bellingham a Mbappé que el galo cazó a la perfección y definió aún mejor.
La superioridad del Madrid se hizo valer pese al gol de Fermín en el minuto 37. Un centro alargado de Éder Militao dentro del área pilló a Bellingham en el área para rematar a placer en el 42’. El inglés, que poco a poco vuelve a su mejor nivel tras la operación de hombro a la que se sometió este verano, volvió a ser el más listo de la clase y a trasladar el arrojo de los locales al marcador.
Segunda parte más tranquila
Con una segunda parte más tranquila, el Barça se adueñó del balón de manera intrascendente ante un Madrid que quería sentenciar el choque. Tuvo una gran ocasión de hacerlo en el minuto 51 por un penalti precedido por unas manos claras de Eric García, pero Mbappé no pudo sorprender a Szczesny.
El partido se relajó, aunque el Madrid no renunció a ampliar la tablilla. Un tanto de Bellingham en el 68’ quedaba invalidado por un fuera de juego previo de Brahim Díaz y el Barça no inquietó a Thibaut Courtois, que sólo tuvo que estirarse para atajar balones cómodos.