Klopp, tras la goleada del Madrid, dio un grito en su vestuario: "Era nuestro fichaje"

El entrenador alemán estuvo superado técnica y tácticamente cuando los pupilos de Ancelotti se aplicaron


Klopp lamenta a voz en grito un fichaje fallido del Liverpool

Klopp lamenta a voz en grito un fichaje fallido del Liverpool




El Real Madrid vuelve a hacer de las suyas en Europa. Una nueva remontada de categoría en uno de los campos más complicados de la máxima competición europea deja claro que los pupilos de Carlo Ancelotti han vuelto para quedarse y que no hay prácticamente ningún equipo que esté a la altura de la entidad de Concha Espina en la Champions League.

La disposición final del partido dejó mudo a Jürgen Klopp, que rompió de manera atronadora su silencio autoimpuesto con un escalofriante grito en el vestuario, lamentándose y condenando la mala actuación de una de sus estrellas: Fabinho. El centrocampista brasileño ocupó el lugar de '5' a lo largo del partido, alternándose con Stefan Bajcetic. Pero cuando el '43' fue sustituido, aquella tarea recayó enteramente en el carioca.

Precisamente por un fallo de Fabinho llega el 2-5 definitivo, algo que molestó a Klopp y que le hizo lamentarse de una oportunidad perdida para el conjunto de Anfield Road: Eduardo Camavinga. Ancelotti alineó al joven francés como pivote defensivo. Aunque empezó con muchos nervios por la presión del escenario y la competición, lentamente tomó el ritmo del partido y demostró que está a la altura de las grandes noches europeas madridistas.

Es uno de los 'culpables' directos de la debacle red

La comparación entre Fabinho y Camavinga es escandalosa, al menos a los ojos de Jürgen Klopp. El entrenador del Liverpool considera que, en caso de haber tenido a Eduardo Camavinga como jugador de la disciplina red, la debacle hubiera sido bastante menos llamativa o incluso quizá no se hubiera producido: el '12' del Real Madrid fue fundamental para detener los ataques de los locales durante toda la segunda mitad.


Tanto Camavinga como Modric dieron a Fabinho un auténtico partido de 'pesadilla', superándole en casi todas las acciones y presionándole para que cometiera errores como el que desencadenó la jugada del segundo tanto de Karim Benzema. Esta situación es la más urgente a nivel técnico y táctico para Jürgen Klopp, que tiene ahora un plazo de tres semanas para 'inventarse' a otro Camavinga que pueda intentar equilibrar la balanza en el centro del campo.