De los 7,3 millones de euros que percibió Negreira durante sus décadas de servicio al Barça, también hay entradas para distintos partidos de fútbol. Así como 1.500 tarjetas rojas y amarillas personalizadas.
Estos gastos intentó deducírselos en su día el exvicepresidente de los árbitros, pero Haciendo lo rechazó. Hoy se descubre que ese dinero venía del FC Barcelona y que lo utilizaba para obsequiar a los árbitros.
Llama la atención que Enríquez Negreira ha confesado no tener un salario por parte de la Federación cuando era vicepresidente del CTA. Por tanto, todo el dinero que tenía, lo facturaba a través de su empresa y procedía del FC Barcelona.
Tremendo
'EL MUNDO' desvela que hacía regalos veraniegos como "palas de playa, sombrillas, "tostadoras, bolígrafos con puntero láser...". Y que invitaba a los colegiados a comer en conocidas marisquerías de Madrid y Barcelona con facturas superiores a los 2.000 euros.
Una forma de influir y de hacerse respetar por los colegiados, a los que calificaba y después tenía potestad en ascensos y descensos. Se trata del mayor escándalo de la historia del fútbol español y ya está en manos de la justicia por posibles delitos, entre otros, de corrupción deportiva.
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