El Real Madrid parece haber dado una estocada bastante más grave de lo que se pensaba al FC Barcelona. Aunque todavía hay 18 puntos en juego, las 11 unidades que tiene de ventaja la entidad merengue sobre el segundo clasificado hacen pensar a muchos que la remontada es prácticamente imposible. Por eso, desde las oficinas de Montjuïc quieren poner remedio a esta situación.
Bajo el mando de Joan Laporta, el Barça aspiraba a competir como ya hiciera con el propio presidente azulgrana a principios de la década pasada. Pero el contexto en el que llevó el mandatario culé es totalmente diferente al que debe manejar actualmente: apenas hay dinero para incorporaciones de élite que puedan garantizar el cambio en el ámbito deportivo.
Señalando la presente temporada como un fracaso, la directiva culé se habría centrado en preparar un gran fichaje en ataque para el verano de 2024. Ya tienen nombre: Aleksander Isak. El exdelantero de la Real Sociedad no es un desconocido para los equipos españoles, puesto que militó en la disciplina txuri-urdin entre 2019 y 2023. Esos cuatro años fueron suficientes para que el ariete, a punto de cumplir un cuarto de siglo, se ‘colara’ en la agenda blanca.
Exigencias inalcanzables
Pero los informes sobre su rendimiento no convencieron a los ejecutivos liderados por Florentino Pérez. A pesar de que necesitaban imperiosamente un delantero, Isak no era una opción. Así, el ariete sueco se quedó en la Real Sociedad hasta que el Newcastle United pagó 70 millones de euros por hacerse con su ficha. Desde entonces, su revalorización ha igualado el precio que pagaron las urracas por él. El posible interés del FC Barcelona ha activado una respuesta desde las oficinas de St. James' Park.
En Inglaterra señalan que no dejarán marchar a Isak por menos de 100 millones de euros. Esa cifra solicitada en concepto de tránsfer supera ampliamente el reducido techo de gasto disponible para los negociadores azulgrana.La misión de encontrar reemplazo a Robert Lewandowski se pone cada vez más cuesta arriba. El bomber polaco cumple 36 años este verano y su cambio en el Clásico le señala como uno de los titularísimos que empieza a perder enteros para continuar en la disciplina barcelonista.
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