Los planes de la junta directiva liderada por Florentino Pérez para el mercado de fichajes parecen cada vez más claros, aunque siempre hay espacio para incorporaciones ‘sorpresa’ que se fraguan a última hora por el buen rendimiento de esos futbolistas en cuestión. Sin embargo, no siempre se dan estos casos. El último nombre en aparecer en la agenda blanca es Bruno Guimarães.
Según los rumores más recientes, el Real Madrid estaría dispuesto a pagar 100 millones de euros e incluso más para hacerse con la ficha del jugador del Newcastle United. Florentino Pérez, consciente de que los ejecutivos merengues no han llegado a esa decisión, comenta con cierta ironía esas especulaciones: “Como sigamos así, y estamos en abril, vamos a fichar 200 jugadores”.
Esta pequeña broma de Florentino Pérez respecto de los constantes rumores del mercado en torno al Real Madrid es la única reacción que se permiten desde las oficinas de Valdebebas: cualquier gesto, mal interpretado, daría lugar a que esos rumores crecieran como la espuma como ya ha ocurrido en otras ocasiones con jugadores como Kylian Mbappé.
No tiene sentido
Si bien es cierto que Bruno Guimarães es un futbolista que podría encajar en la actual plantilla madridista, el principal problema es su demarcación: actúa como pivote. Ese lugar, gracias a las buenas actuaciones de Eduardo Camavinga y Aurélien Tchouaméni, está más que cubierto. Por eso pierde muchos enteros en comparación con mediapuntas como Jamal Musiala o Florian Wirtz.
Pese a los rumores, Florentino Pérez sabe perfectamente qué jugadores debe fichar para completar el relevo generacional. Los llamados a vestir la elástica blanca para la temporada 24/25 ya están cerca de confirmarse oficialmente, por lo que el siguiente paso es trabajar pensando en el mercado de verano de 2025… donde Bruno Guimarães seguiría sin ser una prioridad.
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