El Real Madrid, después de golear al Cádiz en el Santiago Bernabéu, solo tenía que esperar a que el FC Barcelona empatara o perdiera contra el Girona en el estadio gerundense. Aunque parecía complicado, el equipo entrenado por Míchel se sobrepuso a los goles anotados por el cuadro culé y terminó con un 4-2 a favor. Esa remontada da la Liga número 36 al Real Madrid.
Los jugadores blancos todavía no se han separado, sabiendo que el partido en Montilivi lo podría cambiar todo. Las primeras imágenes de la celebración privada del vestuario blanco ya corren por las redes sociales… cortesía del hermano de Eduardo Camavinga. El hermano pequeño del ‘12’ madridista ha sido testigo de cómo los jugadores entrenados por Carlo Ancelotti cantaban el “campeones, campeones”.
Este cántico ha sido totalmente improvisado, como se puede ver por los chándal que todavía llevan puestos. La concentración del Real Madrid, mientras el partido con el Girona tenía lugar, estaba preparada por si podrían proclamarse campeones de Liga en esta jornada 34: objetivo cumplido. Ahora queda celebrarlo… y pensar en la vuelta de semifinales contra el Bayern de Múnich.
Siguiente paso
Porque la felicidad que viven ahora mismo los pupilos de Carlo Ancelotti dará paso a la concentración de cara al choque del próximo miércoles 8 de mayo: el empate logrado en el Allianz Arena deja todo abierto para lo que pueda ocurrir en el Santiago Bernabéu. Sea como fuere, esta noche podría hacerse algo larga para los futbolistas merengues.
El trabajo de toda la temporada está dando sus frutos en forma de títulos. Primero fue la Supercopa de España, a la que se accedió después de golear al FC Barcelona en la final. Con la derrota del cuadro culé en Montilivi se añade a las vitrinas del Santiago Bernabéu la Liga número 36. Pero todavía queda un título más después de la eliminación en Copa del Rey: la Champions League, el torneo favorito del club que la ha ganado ya catorce veces.
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