El Real Madrid abordó el fichaje de Jude Bellingham sin pensárselo el año pasado. El seguimiento que se hizo, desde las oficinas del Santiago Bernabéu, fue continuo y la dirección ejecutiva del club, comandada por José Ángel Sánchez, se puso manos a la obra para atar al que estaba siendo ya, sin duda, uno de los futbolistas revelación de la Bundesliga del curso anterior.
La operación se cerró de manera amistosa con el Borussia Dortmund por un montante cercano a los 100 millones, incluyéndose variables por diferentes condiciones que tanto el Madrid como el Borussia incluyeron en las cláusulas del contrato que firmaron. Clave resultó, otra vez más, el trabajo de Juni Calafat, el gran descubridor del talento que posee actualmente la plantilla dirigida por Carlo Ancelotti.
Bellingham ha admitido que no tuvo dudas en fichar por el Madrid en cuanto supo del interés de los blancos por hacerse con sus servicios. “Fichar por el Real Madrid es la mejor cosa que me ha pasado. Tengo que agradecer al club su interés por mí. Cuando me contaron el proyecto me convencieron. Ni siquiera tuve que pensar en ello”, ha manifestado el centrocampista inglés en una entrevista con la UEFA previa al partido de este miércoles, enmarcado en la vuelta de semifinales de la Liga de Campeones, entre el Madrid y el Bayern Múnich.
El ’5’ merengue también ha querido poner en valor el apoyo de su familia, que siempre le ha ayudado, tanto cuando se marchó a Alemania como, ahora, a España. “Todo el mundo sabe lo importante que es el papel de mi familia en mi carrera. Todos estábamos de acuerdo en esta gran decisión de venir al Real Madrid. Siempre pensamos que era la mejor decisión. Con ese apoyo tienes más confianza para tomar estas grandes decisiones”, ha explicado.
El futbolista británico tiene unas estadísticas de escándalo en su primera temporada como jugador del Real Madrid. Bellingham suma 22 goles y 10 asistencias, unos números absolutamente inmejorables, máxime cuando se trata de un centrocampista. Sin embargo, Jude ha sido infalible y letal en el área rival. La última vez, este sábado contra el Cádiz, para firmar el 2-0 a pase de Brahim. Un gol que, por otra parte, ha sido el paradigma de Bellingham durante la temporada: ha estado siempre en el lugar oportuno en el momento ideal. Que así siga, y el miércoles reviente la portería de Neuer.
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