Un año da para mucho. Que se lo digan a Kylian Mbappé, que regresa este martes al estadio dónde hace 363 días tocó fondo. El penalti fallido en Anfield supuso un antes y un después en la carrera del galo, que ahora vuelve siendo Bota de Oro e indiscutible número uno del mundo.
18 goles en 14 partidos. Un promedio de 1,29 por encuentro. Cifras, por supuesto, del mejor Cristiano Ronaldo. La de vueltas que da la vida. Ni un año hace cuando algunos pedían su cabeza y cuestionaban el gran fichaje de Florentino. Esta noche se aferran a él para vencer en Anfield a un siempre peligroso Liverpool, aunque se presente al examen en horas bajas.
Aquella dolorosa noche en Anfield hubiese rematado a cualquiera. Pero Kylian no es uno más. Sabía que estaba mal, pero nunca dudó de su talento. Ni cuando a los pocos días, ya en Liga, volvió a fallar otro penalti en San Mamés: "Asumo toda la responsabilidad. Es un momento difícil, pero es el mejor momento para cambiar esta situación y demostrar quién soy".
Mbappé apunta alto
Y vaya si lo demostró. Desde entonces puso el 'piloto automático' y no dejó de marcar goles. Tantos, que a final de esa temporada acabaría siendo Bota de Oro. Y este año, con las cifras que ya acumula en noviembre, huele a que repite. Con aroma de fondo a Balón de Oro.
Eso será si al Real Madrid le va bien, entre otras cosas, en la Champions. No existe mejor escenario que Anfield, con un clásico europeo, para que Kylian siga sembrando pánico por el viejo continente. Vinicius es buenísimo, Bellingham una maravilla... Pero el verdadero terror lo provoca Mbappé.

Será una noche especial también para Xabi, cuya valía en las grandes citas se ha visto cuestionada por ciertos iluminados. Un falso mito que desmontó rápido en El Clásico contra el Barça. Los números no engañan:13 triunfos en 14 partidos esta temporada. Regresa a la que fue su casa y, como me dijo un buen amigo, el Liverpool es un lobo con piel de cordero. Le toca a Kylian volver a cargar la escopeta.