El Marsella estuvo a punto de dar una de las grandes sorpresas de la jornada en Champions ante el Real Madrid. A pesar de un brillante inicio de los merengues, fueron los franceses quienes se adelantaron en el marcador. E hicieron sudar mucho a los de Xabi Alonso para remontar el encuentro.
Sin embargo, el Marsella ha querido poner el foco en el arbitraje, con varios mensajes contra las decisiones. Su propio entrenador, De Zerbi, fue contundente en rueda de prensa: "El penalti ha sido un poco vergonzoso y lo diría aunque fuera a mi favor, no es penalti”.
Como decimos, se quejan del arbitraje, pero desde el Olympique de Marsella se callan que les perdonaron una cartulina roja. Resulta increíble que desde el VAR no se entrara a rearbitrar la acción de Gouiri. Algo que omiten en sus protestas ante la actuación del colegiado.

Fue en la segunda mitad, con Raúl Asencio en el suelo, cuando se produjo la acción. Gouiri no va a por el balón, sino que pisa de manera intencionada al central madridistas a la altura de la espinilla. Una acción fue vergonzosa que sin embargo pasó sin pena ni gloria.
Durante el partido no fue sancionada, ni siquiera por el VAR que en esa ocasión no entró. Y después, el Marsella ha querido omitirla para así poder seguir protestando por un arbitraje que les favoreció. Aunque con ayuda de los antimadridistas estén difundiendo lo contrario.
La otra polémica a favor del Marsella
Es cierto que el segundo penalti del Marsella puede ser discutible, aunque está bien señalado. El defensor ya tiene una mano apoyada y va con la segunda a contactar con el balón. Además que tiene la intención de ayudarse de ello, por lo que la pena máxima está bien sancionada.
Pero la otra gran polémica del partido vino con la expulsión de Carvajal, donde el VAR si que intervino. Es cierto que con las imágenes super lentas está bien señalada la cartulina roja. Aunque el colegiado tendría que haber tenido más cosas en cuenta en ese lance.
En primer lugar que es Rulli quien lo inicia todo con unas palabras a Carvajal. Y también que el portero fingió una agresión mucho peor, cuando lo que sucedió fue un roce. Aun así, el cancerbero argentino se salió con la suya ya que la expulsión fue para el madridista y él no vio ni una amarilla.