Las protestas por la decisión de trasladar el Villarreal-FC Barcelona a la ciudad de Miami se extenderán durante la presente jornada de Liga. Todo empezó en el partido del pasado viernes, el choque entre Real Oviedo y Espanyol: los futbolistas de ambos clubes se negaron a participar del juego durante aproximadamente 15 segundos, una clara queja por esa decisión ideada por la Liga y aceptada por el resto de entidades y organizaciones pertinentes.
Los futbolistas de la Primera División no están de acuerdo con este cambio de lugar y han ideado una iniciativa que, después de muchas dudas, el FC Barcelona también ha seguido. Según la información publicada por varios periodistas, los pupilos de Hansi Flick que salieron titulares contra el Girona, partido correspondente a la jornada 9, detuvieron el juego durante unos diez segundos.
La decisión se hizo extensiva a los futbolistas del Girona, que también rehusaron acercarse al balón durante el tiempo que el cuadro azulgrana detuvo el esférico. Las protestas por el cambio de lugar del partido de la jornada 17, entre Villarreal y el propio FC Barcelona, ofrecen un llamativo giro de guion en el estadio olímpico Lluís Companys.
Una imagen dice más que mil palabras
No en vano muchos dudaban si el FC Barcelona seguiría esas protestas, habida cuenta de que es uno de los dos clubes involucrados en esa idea de la Liga. La realidad ha sido muy diferente, dejando en el punto de mira a Javier Tebas, presidente de la patronal del fútbol español, y a Joan Laporta: el presidente azulgrana no ha podido controlar ese pequeño acto de descontento, protestas que la Primera División al completo seguirá a rajatabla.
Durante el poco tiempo que ha durado la protesta, con los 22 jugadores inmóviles sobre el césped del estadio sito en Montjuïc, la realización ha mostrado un plano que se pudo ver en el partido entre Real Oviedo y Espanyol: imagen general, aérea, del edificio. Algunos periodistas no han dudado en calificarlo con una palabra muy repetida esta jornada: "censura".
Finalmente ha pasado
El descontento por el cambio de lugar para el Villarreal-FC Barcelona, decisión aprobada que atraviesa sus últimos trámites con CONCACAF, ha llegado hasta los jugadores de Primera División. La reunión de todos los capitanes de la clasificación deja claro que es una cuestión que afecta a todos los equipos participantes de la competición. El sentimiento en el Real Madrid quedó expuesto en las declaraciones de Xabi Alonso en la rueda de prensa previa al Getafe.
El FC Barcelona también se ha sumado a las protestas por el traslado del partido a Miami, una decisión que sorprende y pone en el foco especialmente a Javier Tebas. Los futbolistas de la competición que preside muestran su disconformidad con una de sus decisiones más polémicas. Joan Laporta, uno de los grandes apoyos de ese traslado, tampoco se queda atrás: su equipo, en su estadio, comparte una reivindicación en contra de la entidad que preside.