Ante el aumento de las temperaturas estivales, diversos expertos en climatización y eficiencia energética han lanzado una advertencia clara: cerrar persianas y ventanas a partir de una hora específica del día puede marcar la diferencia en el confort del hogar y en el consumo energético. Según señalan, el momento clave es justo cuando el sol comienza a incidir con mayor fuerza en las fachadas y cristales, generalmente entre las 11:00 y las 12:00 horas del mediodía.
Este sencillo hábito, aseguran desde la empresa especializada Climalic, puede evitar que el calor entre directamente en casa y se acumule en paredes, suelos y mobiliario. La radiación solar provoca un efecto invernadero en el interior de los hogares, elevando la temperatura y obligando a encender ventiladores o aparatos de aire acondicionado con mayor frecuencia, lo que repercute en el consumo eléctrico.

AHORRO ENERGÉTICO Y MAYOR CONFORT
Al cerrar persianas y ventanas en el momento adecuado, se reduce de forma significativa la entrada de calor y se mantiene un ambiente interior más fresco de manera natural. Esto permite minimizar el uso de sistemas de climatización artificial, lo cual no solo reduce la factura de la luz, sino también la huella de carbono del hogar. Además, mantener la casa protegida del sol durante las horas de más calor ayuda a prevenir golpes de calor en niños, personas mayores y mascotas.

Otra ventaja destacada por los especialistas es el refuerzo de la seguridad doméstica. Al bajar persianas, se dificulta la visibilidad desde el exterior y se disuaden posibles intentos de intrusión. También se mejora la privacidad y el descanso, al reducir la entrada de luz y ruido durante las horas críticas del día.