El Chiringuito está realizando una gran cobertura del mundial, se pasan horas y horas analizando todo lo que ocurre en Qatar. Por esta razón no era de extrañar que, en algún momento, todo esto estallara. Así, Josep Pedrerol no dudó en calificar como mentiroso a José Álvarez.
De esta forma, todo esto ocurrió tras el pase de Argentina a semifinales del mundial, donde el encuentro entre Países Bajos y la albiceleste tuvo de todo: faltas, tarjetas, tanganas, empujones… fútbol marrullero. Pero los argentinos, con Messi a la cabeza, dejaron imágenes vergonzosas. Recordemos la manera de ganar que tuvieron, con celebraciones en la cara del rival, poniendo en juicio el desempeño de Mateu Lahoz o con declaraciones totalmente fuera de lugar.
La más comentada fue la de Leo Messi, donde se dirigió a Weghorst de la siguiente manera: “que miras bobo”. Pues esta acción del argentino fue la que hizo estallar la tensión en el plató del Chiringuito. José Álvarez, periodista encargado de la información del Barcelona, no dudó en excusar la actitud de Messi, hasta el punto de asegurar que la discusión la empezó el neerlandés. Esto, como es lógico, hizo enfadar a Pedrerol, que le llegó a tachar de mentiroso.
José Álvarez quiso dar fundamentos a su discurso, pero no pareció colar, y menos en el presentador. Josep no dudó en comentar que en su información había muchas contradicciones. Además, todo se le vino abajo cuando el propio Weghorst, personaje principal de esta historia, reconoció a los medios que solo le hizo el gesto para pedirle su camiseta.
Siempre hay que defenderle
Parece que siempre hay que defender a Messi haga lo que haga, aunque se equivoque. Muchas personas tienen al argentino en un pedestal, donde parce que nunca se le puede bajar. Leo, como otros tantos futbolistas, también mete la pata, por lo que no hace falta recurrir a argumentos sacados de la manga para salvar su imagen.
Su actitud dejó mucho que desear, de hecho, se habló más de eso que de su gol y asistencia. José Álvarez solo fue uno de los muchos que se tomaron un segundo de su vida en intentar defender una actitud vergonzosa, menos mal que Josep puso cordura al asunto.