Xabi Alonso es un entrenador distinto. El tolosarra es un técnico al que le gusta tener todo bajo control y la disciplina, aunque puede perdonar situaciones como la que se dio el pasado domingo con Vinicius porque ha sido futbolista y entiende lo que siente un futbolista. Lo que no tolera, porque no le gustaba en su etapa como jugador y ahora menos, es la 'traición'. Y Xabi se sintió traicionado en el pasado Mundial de Clubes, tal y como ha desvelado Mario Cortegana en The Athletic. Fue su primer gran mosqueo en el Madrid.
A lo largo de los últimos años, durante la era Ancelotti, ha sido muy frecuente que el once titular del Real Madrid se filtrara a la prensa con antelación, dando tiempo a los rivales a actuar en función de las decisiones tomadas por el entrenador merengue. Esto es algo que Xabi quiso erradicar desde el principio, poniendo a prueba al equipo cuando les comunicó su primera alineación. Fue en el debut del Mundial de Clubes ante Al-Hilal, el donostiarra dio el once con antelación a los futbolistas confiando en que no lo filtraran. Pero no fue así, se filtró que Gonzalo García iba a ser titular y así fue.
Xabi Alonso se sintió traicionado por los jugadores ya en el primer partido, y tomó medidas para que no se repitiera algo así. De ahí en adelante, dejaron de producirse filtraciones y el Real Madrid ha podido retrasar el anuncio de su once inicial, que en tiempos de Ancelotti llegó a producirse hasta 2 horas antes de los partidos. Ahora, hasta que el equipo no está ya en el estadio y a punto de salir a calentar, no sale a la luz el equipo titular del Real Madrid. Es lo más normal y lo que hacen todos los equipos.
Para Xabi, el factor sorpresa es importante y no le gusta desvelar sus cartas antes de tiempo. Por eso le sentó tan mal que alguno de sus futbolistas o alguien de sus entornos filtrara en el debut del Mundial de Clubes la titularidad de Gonzalo. Desde entonces, no ha vuelto a ocurrir.
Xabi Alonso blinda el vestuario del Real Madrid
El nuevo entrenador madridista ha blindado el vestuario, logrando que el equipo esté aislado de posibles miradas curiosas. Familiares, agentes e incluso amigos de los futbolistas eran habituales en los entrenamientos en la era Ancelotti, algo que Xabi ha erradicado por completo. Nadie ajeno al trabajo está en los entrenamientos. Solo los verdaderamente esenciales. El donostiarra ha minimizado al máximo su equipo de trabajo, a lo más esencial, para tener una mayor sensación de privacidad.
Ahora, si alguien se va de la lengua el número de sospechosos se reduce. Pero Xabi Alonso no quiere imponer a sus futbolistas esta forma de trabajar, sino educarlos en que lo mejor para el equipo es trabajar así porque todo lo que es externo muchas veces puede hacer daño al vestuario o incluso hacerlo de forma intencionada.
Así, Xabi Alonso ha logrado tomar el control. El entrenador del Real Madrid está llevando al club, en este aspecto, a una especie de segunda era Mourinho. El técnico portugués, como él, era de los que no admitía que ningún jugador se fuera de la lengua y desvelara lo que ocurre de puertas para adentro en el vestuario.