El Real Madrid ha conseguido el pase a los cuartos de final de la Champions tras vencer en los penaltis al Atlético de Madrid. El encuentro, como no podía ser de otra manera, ha dejado varias jugadas polémicas. Una de ellas tiene que ver con la pena máxima de Julián Álvarez.
El futbolista argentino toca el esférico antes de chutar a puerta. Marciniak, árbitro del choque, da gol, pero desde el VAR le advierten de esta infracción. Por este motivo, no subió ese tanto al electrónico.
Hay muchos aficionados del conjunto rojiblanco focalizando el encuentro en esta acción. Sin embargo, según ha informado L´Équipe, el argentino le aseguró a Simeone que, efectivamente, había cometido ese pequeño error, fruto de su resbalón.
🚨💣 #LÉQUIPE 🇫🇷
— Naninho (@SrNaninho) March 12, 2025
El propio Julián Álvarez le reconoció al Cholo Simeone que golpeó el balón dos veces en el penalti.
Por eso no protestó. pic.twitter.com/NzHVxvu0DF
Por esta sencilla razón, el Atlético de Madrid no ha presentado ninguna queja formal ante la UEFA. De este modo, es el propio futbolista quien acaba con el debate absurdo que se está generando a raíz de esta jugada.
El Madrid tiene motivos para quejarse
Más allá de que ese chut esté ocupando horas en programas radiofónicos y televisivos, en el seno de la entidad merengue no se olvidan de la mano clara de Giuliano dentro del área. Además, hay quien resalta que Lenglet tuvo que ser expulsado tras hacer penalti a Vinicius.
Así pues, no merece la pena malgastar algo de tiempo en comentar ese chut de Julián. No hay lugar a la duda y Simeone lo que debe de hacer es asumir que, una vez más, cae contra el Real Madrid en Champions.
Perdió los papeles
El entrenador colchonero dio una imagen pésima en sala de prensa, llegando al punto de señalar a periodistas al respecto de ese lanzamiento: "Que levante la mano quien haya visto que Julián la toca dos veces", afirmó.
Esto lo hace con el mero objetivo de tapar su planteamiento, que, una vez más, dejó bastante que desear. Su equipo se puso por delante a los 30 segundos y, en lugar de atacar, replegó a los suyos a defender.
Pese a ello, parece que la autocrítica no existe en el Metropolitano, dado que llegó a decir que está contento hasta en tres ocasiones. Afortunadamente, eso nunca se le escuchará a un entrenador del vigente campeón de Europa después de una derrota.