El Real Madrid sabía mejor que nadie lo que podía esperarse de un encuentro frente al Alavés donde finalmente hubo cambio de arbitraje gracias a la salida de Martínez Munuera para que finalmente Soto Grado fuese el encargado de impartir justicia por motivos personales. Kylian Mbappé se fue expulsado por una dura acción sobre el final de la primera parte y para dejar una conclusión de peso en la planta noble del Bernabéu. Se aceptará la sanción al delantero francés pero ni mucho menos el doble rasero de la Liga española.
El arbitraje sigue siendo un tema de conversación absolutamente presente en el universo blanco y mucho más después de una semana donde las diferentes denuncias tanto contra el Barcelona por sus medidas cautelares en la Liga como contra la figura de Javier Tebas como presidente de la patronal habían ayudado al conjunto blanco a disipar la tensión de todo lo que supuso la derrota por los cuartos de final de la Copa de Europa en el encuentro de ida disputado frente al equipo de Mikel Arteta en Londres. Había que volver al ruedo y hacerlo con una victoria.
Mucho más en tiempos donde el Real Madrid se está jugando los 3 frentes que todavía le quedan por delante al equipo de Carlo Ancelotti y donde se buscaba volver al triunfo como visitante después de que El Real Madrid no haya podido conseguir dicho hecho desde el pasado 15 de marzo con una victoria frente al Villarreal que hacía soñar con un mejor rendimiento que el que se ha visto hasta la fecha en frentes como el campeonato nacional de Primera División en España así como en la Copa del Rey o en la Champions. Más que nunca se necesitaba dar un paso al frente. La roja a Kylian Mbappé deja al Real Madrid pensando nuevamente que existe un doble rasero en la Primera División del país.

Más que nunca no se entiende nada
La entrada delantero francés Antonio Blanco es absolutamente categórica de tarjeta roja. Los problemas o mejor dicho el enojo del Real Madrid pasa por entender cómo que en el encuentro frente al Espanyol de Barcelona y cuando justamente Carlos Romero arremetió por la espalda y sin el balón el juego a Kylian Mbappé, no hubo ni mucho menos una expulsión por parte del colegiado hacia el futbolista catalán o ni mucho menos la intervención del video arbitraje para categorizar dicha acción como una de castigo absoluto.
Mbappé seguramente se pierda un par de partidos y en el Real Madrid lo aceptan pero ni mucho menos comprenden la interpretación de las normas por parte de los diferentes colegiados de la Primera División española y ponen como ejemplo la durísima entrada sufrida por su futbolista frente a Carlos Romero como el mejor ejemplo para entender cómo en este momento no existe una lógica aplicable a todas las acciones del certamen. Hoy se habla de doble rasero y nuevamente incluso de una persecución hacia un futbolista que Carlo Ancelotti no podrá utilizar frente al Athletic Club de Bilbao el próximo domingo.