El verano es una etapa de desconexión, ocio y descanso para la mayoría de los españoles. Sin embargo, la playa, la piscina, las terrazas o el propio calor son factores que provocan que bajemos la guardia en algunas ocasiones. Cambiamos nuestras rutinas y cometemos errores que, aunque parezcan poco importantes, podrían repercutirnos en nuestra salud.
Algunos de los fallos más clamorosos son los siguientes: creer que estás a salvo de los golpes de calor al estar en un interior, olvidar las gafas de sol, nadar con tus lentillas puestas en la piscina o en la playa, quedarte con el bañador mojado, beber alcohol para refrescarte, no proteger tu pelo del sol o cenar únicamente fruta.
HAY QUE TENER CUIDADO CON EL SOL
Uno de los mayores errores del verano es creer que estamos a salvo de los golpes de calor en lugares de interior. Los grupos más vulnerables son los menores de cinco años y los adultos mayores, ya que sus mecanismos para regular la temperatura son menos eficaces y, en muchos casos, dependen de otros para mantenerse hidratados.
Además, también hay que tener en cuenta el uso de las gafas de sol. Proteger nuestros ojos es vital, ya que muchas personas no consideran que la exposición prolongada a la radiación ultravioleta también afecta a la salud ocular.
En relación a los ojos, nadar con las lentillas puestas también puede pasar factura a nuestros ojos. "La lentilla es como una pequeña esponja, que absorbe ese líquido que no es puro, que tiene conservantes, restos y químicos, sobre todo el agua de la piscina que tiene cloro", explicó el Dr. Joan Pérez.
BEBER ALCOHOL PARA REFRESCATE O CENAR SOLO FRUTA
Una cerveza fría en una terraza es un alivio para muchos. Sin embargo, muchos no saben que el alcohol favorece a la deshidratación del cuerpo humano. Por eso, en los días en los que bebamos algo de alcohol, lo ideal es consumir alimentos ricos en agua, vitaminas y minerales, como frutas, verduras o gazpachos caseros.
Finalmente, cenar únicamente fruta tampoco le termina de venir bien a nuesto cuerpo. Aunque aporta fibra y agua, la fruta no cubre por sí sola todas las necesidades nutricionales del cuerpo. "Tampoco es conveniente excederse ya que pueden desplazar otros alimentos igual de saludables", explicó la Dra. Ana Isabel Sánchez.