El panorama del motor ha experimentado un cambio radical en los últimos años. Por primera vez, el fabricante chino BYD ha superado a Tesla en ventas de coches eléctricos en Europa, marcando un hito que evidencia el descenso que ha sufrido la marca de Elon Musk en los últimos meses.
Al mismo tiempo, la industria automovilística europea continúa lidiando con numerosos riesgos, regulaciones y "desafíos altamente complejos, moldeados por prioridades contradictorias y paradojas", según ha señalado Oliver Zipse, presidente del Consejo de Administración de BMW.
BMW, UNA DE LAS MARCAS QUE MÁS COCHES ELÉCTRICOS VENDE
Tal y como ha manifestado su CEO, BMW se muestra en contra de la imposición de aranceles por parte de Europa a los coches eléctricos fabricados en China, a pesar de ser uno de los fabricantes europeos que precisamente apuesta por producir vehículos eléctricos en territorio chino para abastecer a otros mercados.
En el marco de la transición de BMW hacia la movilidad eléctrica, Oliver Zipse destaca la posición privilegiada que ocupa la compañía. Al respecto, hace alusión a titulares recientes que califican a la marca como "BMW, ganador tardío", "de rezagado a mago" o "verdadero campeón de los coches eléctricos", reflejando el cambio de percepción sobre el rol del fabricante en el nuevo paradigma del automóvil.
Según Oliver Zipse, BMW está cumpliendo en la actualidad con los objetivos de reducción de emisiones de CO₂ establecidos en Europa. Al cierre del año, más del 17% del total de las ventas de la marca correspondieron a vehículos completamente eléctricos. Si se incluyen también los modelos híbridos enchufables, estos representan ya una de cada cuatro unidades vendidas por el fabricante alemán.
EUROPA SE ENFRENTA A UN 'CALLEJÓN SIN SALIDA'
Por último, además de expresar abiertamente su rechazo a los aranceles impuestos a los vehículos chinos, Oliver Zipse también criticó la idea de que la industria del automóvil deba apostar exclusivamente por una única tecnología: el coche eléctrico.
El CEO de BMW se mostró en desacuerdo con el plan de la Unión Europea de prohibir, a partir de 2035, la venta de cualquier vehículo con motor de combustión interna. Esta medida afectaría no solo a los coches diésel y de gasolina, sino también a los híbridos e híbridos enchufables. Según Oliver Zipse, imponer una venta exclusiva de vehículos eléctricos a partir de esa fecha supondría llevar al sector a un "callejón sin salida".