La imagen de sombrillas vacías y sillas plantadas en la arena al amanecer ya no es solo un gesto común del verano. En muchas localidades costeras de España, dejar objetos en la playa para guardar sitio antes de tiempo puede salir muy caro.
Algunos ayuntamientos han empezado a sancionar esta práctica con multas que pueden alcanzar los 750 euros. El motivo: ocupar espacio público sin estar presente. Esta acción, que muchos consideran inofensiva, genera molestias a otros bañistas y altera el uso compartido del litoral.
Las primeras filas, bajo vigilancia
A partir de las ocho de la mañana, algunas playas ya parecen completas, aunque no haya nadie en el agua. Las primeras filas, junto al mar, suelen estar llenas de sombrillas sin dueños a la vista. El objetivo es claro: asegurarse el mejor sitio para pasar el día. Pero las autoridades están decididas a frenar esta costumbre.

No es la única actividad sancionable en la playa. Dormir o montar una tienda de campaña en la arena puede costar hasta 1.500 euros en zonas como Andalucía. Encender una barbacoa o cualquier tipo de fuego está penalizado con hasta 3.000 euros en algunas playas, por el riesgo que representa.
Más infracciones comunes en las playas
También se multan comportamientos ruidosos, como poner música alta, así como practicar deportes en zonas no habilitadas. En ambos casos, las sanciones pueden llegar a los 750 euros.
Otro aspecto importante es el cuidado del entorno. Dejar residuos en la arena o utilizar jabón en las duchas públicas también está prohibido. Las multas por ensuciar pueden variar, pero son cada vez más comunes.
Y ojo con el coche. Aparcar en zonas protegidas o no autorizadas cerca de la costa puede acabar en una multa de hasta 6.000 euros.
Multas de hasta 750 euros por coger hueco en la playa a primera hora de la mañana pic.twitter.com/DbCoUo00N4
— EL MUNDO (@elmundoes) August 1, 2025
Cada municipio tiene su propia normativa, por lo que conviene informarse antes de visitar una playa nueva. Consultar las ordenanzas locales puede evitar más de un disgusto.
En resumen, disfrutar del mar no solo requiere una sombrilla y una toalla. También es necesario respetar las normas. Y, sobre todo, evitar “guardar” sitio en la playa como si fuera un asiento reservado. Porque la próxima vez que madrugues para poner la sombrilla... podrías encontrarte con una multa en lugar de la brisa marina.