El Real Madrid tenía la mosca detrás de la oreja de cara al partido de San Mamés, pero los blancos no han tenido que lamentar males mayores durante el encuentro ante el Athletic de este miércoles. Por fortuna, Gil Manzano no ha podido meter la zarpa y rematar al equipo de Xabi Alonso después de haber sido claramente perjudicado por De Burgos Bengoetxea y el VAR el pasado fin de semana ante el Girona.
En Valdebebas se temían lo peor después de lo visto el domingo en Montilivi y de la designación de Gil Manzano para San Mamés. El árbitro que expulsó a Huijsen en Anoeta, el que 'robó' el gol de la victoria a Jude Bellingham pitando el final sobre la bocina en Mestalla hace un par de años o el que pitó 3 penaltis en contra de los blancos en un mismo partido, batiendo el récord, era el colegiado encargado de dirigir a los de Xabi en San Mamés. Y había pánico.
Sin embargo, el partido entre Athletic y Real Madrid se ha desarrollado sin incidencias reseñables, sin ninguna jugada de gran polémica especialmente en las áreas. Bien es cierto que el extremeño podría haber mostrado alguna cartulina amarilla más a los locales, pero nada excesivamente fuera de lugar.
Las dos jugadas más polémicas del encuentro se han producido en una caída de Mbappé en el área en la primera mitad, en la que no parece haber contacto, y en una posible mano en el área del Real Madrid en la segunda parte que los vascos reclamaron como penalti. No hubo nada en ninguna de las 2 acciones y el VAR tampoco intervino.
Por tanto, buen arbitraje de un Gil Manzano que infundía miedo en el Real Madrid pero que en esta ocasión se va del partido con muy buena nota.
El Real Madrid se acerca al Barça
El Real Madrid suma 3 puntos de oro con esta victoria para acercarse al FC Barcelona en la cabeza de la tabla, después de que los culés vencieran al Atlético de Madrid en el Camp Nou este martes. Los de Xabi Alonso recuperan la senda del triunfo tras haber dejado escapar 6 puntos en las últimas 3 jornadas.
Gil Manzano, con el triunfo del Real Madrid este miércoles, ha arbitrado a los blancos en 55 partidos con 43 victorias, 6 empates y 6 derrotas. El balance es positivo, pero si miramos todas las polémicas que han tenido los merengues con el extremeño se entiende mucho mejor el miedo que daba su arbitraje para San Mamés.
Por fortuna, no ha habido jugadas en las que pudiera intervenir porque los goles del equipo blanco han sido todos legales y no ha habido acciones polémicas en las áreas en las que pudiera imponer un criterio contrario al club blanco. Prueba superada y ahora a rezar de cara a la próxima jornada, habrá que ver quién es el próximo árbitro que dirige al Real Madrid y cruzar los dedos para que no sea uno de los hijos de Negreira...