Luka Modric tomó una decisión a la desesperada en el AC Milán, tras abandonar el Real Madrid el pasado verano para recalar en el club italiano. Santi Giménez, delantero del conjunto rossonero ha desvelado el plan que llevó a cabo el centrocampista croata para no someterse a la humillación del vestuario milanista cuando llegó.
A sus 40 años de edad, Modric aún tiene mucho fútbol en sus botas pero pocas ganas de tonterías. El balcánico decidió negociar con sus compañeros para que le perdonaran someterse a la tradición: cada vez que un nuevo futbolista llega al Milán, le toca subirse a una mesa y cantar delante de todos en el comedor. Una 'norma' no escrita que Modric evitó llegando a un acuerdo con sus compañeros de equipo. Les prometió a todos regalarles un iPhone de última generación a cambio de saltarse la tradición.
Modric no es amigo de este tipo de cosas, es un futbolista que encaja bien en el vestuario pero al que no le gustan este tipo de cosas. No es que sea una persona seria, pero sí considera que no está hecho para cachondeos de este estilo. Cada cosa en su momento. Por eso, se sintió muy aliviado cuando la plantilla del Milán se lo aceptó.
When you don’t want to sing... you just give everyone an iPhone 🤣📱
— 433 (@433) October 24, 2025
Santiago Gimenez reveals Luka Modrić bought everyone at Milan an iPhone just so he wouldn’t have to sing a song when he joined the club 😂🎤 pic.twitter.com/NTHtJxC52P
Santi Giménez ha desvelado ahora que todos han recibido ya la recompensa por el perdón a Luka. Modric se habría gastado más de 40.000 euros en teléfonos para no tener que cantar delante de todos los futbolistas del Milán. Una decisión que llama la atención y que habla a las claras de cómo es el croata como persona. No solamente un jugador de talla mundial que es tímido, sino también una persona que cumple su palabra.
El vestuario del Real Madrid echa de menos a Modric
La figura de Modric fue fundamental en el Real Madrid durante años, y en el club blanco le echan de menos. Cabe recordar que en el vestuario del Real Madrid se le conocía como 'Vinagre' porque no le gustaba perder ni en los entrenamientos y por su carácter. Aun así, aprender de esa competividad no le habría venido nada mal a los nuevos.
El vestuario se acuerda mucho de Luka y es raro el día en el que no se habla de lo que Modric hacía o dejaba de hacer en cada entrenamiento. Será recordado por mucho tiempo dentro del equipo, y todavía más por todo el madridismo.
Modric se fue del club blanco como una leyenda, para completar una última temporada en Italia y poder jugar el Mundial con Croacia. Acababa contrato con el Real Madrid y la entidad consideró que era el momento de separar sus caminos. Luka no quería colgar las botas todavía y esta nueva aventura le ha costado ya unos cuantos iPhone. Eso sí, los ha pagado con mucho gusto.