El inicio del parón de selecciones había empezado con la sucia jugada de Lamine Yamal y el Barça a España. El culé estaba convocado, pero se sometió a un tratamiento sin informar de él. Algo que obligó a desconvocarlo y no estuvo ya en el primer duelo de esta venta ante Georgia.
Sin embargo, España ha demostrado que Lamine no es para nada el jugador determinante para la selección. Y es que se han dado un festín goleando a Georgia, además fuera de casa. Un resultado que además deja prácticamente encarrilado el primer puesto del grupo, solo lo perderían si sufren un resultado muy adverso ante Turquía.
Tenían claro que si no querían sufrir tenían que comenzar fuerte, y los de Luis de la Fuente así lo hicieron. En el minuto 9 una gran jugada combinativa acababa en penalti por mano clara que el árbitro no vio. Tuvo que se la revisión en el VAR la que hiciera justicia y que Oyarzabal aprovechó para demostrar la seguridad desde los 11 metros.
Era el primer gol, pero las ocasiones se iban a seguir sucediendo con una España que estaba dominando. En el minuto 17 era Baena el que estrellaba un balón en el palo acercándose al 2 a 0. Pero las sensaciones eran muy buenas y parecía que tarde o temprano iba a terminar llegando.
Una primera parte magistral de España
Después de un buen arranque, España no bajó la intensidad en ningún momento durante la primera parte. Estaban ahogando a Georgia que no encontraban a Kvaratskhelia para tener algo de aire. No les duraba nada el balón y eso provocaba que la Roja, hoy con la segunda equipación, siguiera empujando.
Hasta que Fabian filtró un pase a Zubimendi en una jugada rápida que este acertó en el uno contra uno. Con 2 a 0 la distancia empezaba a ser grande, pero lo iba a ser todavía más antes de llegar al descanso. Y otra vez en una acción coral demostrando que los individualismos no son necesarios.
Era Ferrán en el 34 el que ante un gran centro de Oyarzabal al primer toque que el culé solo ha tenido que empujar ponía el tercero en el luminoso. Y podría haber sido mucho peor de no ser por Mamardashvili que demostró su calidad. Desbarató varias acciones para evitar que se repitiera el 1 a 7 de hace un par de años.
Una segunda parte de España para competir
En la segunda parte Georgia buscó soltarse más en ataque, por lo menos acercándose a la portería rival. Compitieron más e incluso inquietaron a Unai Simón, aunque sin llegar a tener ninguna ocasión muy peligrosa. No encontraron el gol en las pocas que tuvieron con algo de peligro.
Es más, aunque estaban mejor los georgianos, superada la hora de partido fue Oyarzabal quien conseguía su segundo gol, el cuarto para España. Cerraba la goleada aunque ambos equipos tuvieron oportunidades. Pero ya no se movió el marcador, pero el festín ya estaba completado sin necesidad de Lamine Yamal que se muestra prescindible.