El Barcelona es un equipo mediocre y con un nivel de exgencia que se confirma con muy poco, algo que se evidenció ayer con la celebración de regresar a un estadio que aún está por hacer y que es exactamente igual al anterior.
Sin embargo, los azulgranas han presumido de este hecho, siendo un ejemplo de esto el propio Hansi Flick.
"Para todo el mundo ha sido un partido especial, también para los aficionados. Ha sido una sensación increíble. El partido no ha sido fácil, especialmente, la primera parte; pero todo ha salido bien: hemos mantenido la portería a cero, hemos marcado cuatro goles y nos llevamos los tres puntos. Soy muy positivo porque tengo confianza y creo en ellos. Tenemos mucha calidad y no nos quejamos con los lesionados. Nos centramos con lo que tenemos y seguimos trabajando", aseguró el técnico germano tras ganarle al Athletic Club en el 'nuevo' Camp Nou.
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— 🆂🅷🅸🅼🆉 (@ShimzS12) November 22, 2025
El vestuario es un polvorín
El problema para Hansi Flick es que sus palabras se han quedado, ya que el vestuario es un polvorín, tal y como se evidenció en las gradas donde estaban Pedri, Gavi, Frenke de Jong y Marc-André Ter Stegen.
Durante el partido, los cuatro futbolistas fueron enfocados por las cámaras y también fueron el objetivo de los fotógrafos, lo que dejó varias instantáneas de ellos en las redes sociales.
Lo más llamativo llegó cuando Gavi subió una foto con Frenke de Jong y Pedri, pero cortó a Marc-André Ter Stegen.
Esto evidencia la ruptura que existe en el vestuario, sobre todo porque el guardameta alemán sigue siendo el primer capitán del Barcelona y tiene una jerarquía con la que no cuenta Gavi, pero esto no ha sido suficiente para que el centrocampista respetara a la máxima autoridad de los jugadores azulgranas.