Mbappé ya ha vivido malas noches en su corta etapa en el Real Madrid que dura poco menos de temporada y media. Las derrotas en los Clásicos o la eliminación de Champions fueron duros golpes. Pero perder ante el Celta parece que le dejó mucho más tocado como se pudo comprobar.
No había tenido su noche, no solo no logró marcar sino que además apenas pudo generar peligro. Su oportunidad más clara fue una vaselina que se marchó por poco por encima de la portería. Quizás por eso, tras el pitido final dejó un gesto que habla por sí solo de lo que había supuesto esa derrota.
Primero metió su cabeza dentro de la camiseta, no quería ver nada ni a nadie ya que estaba bastante dolido. Y cuando encaminó el túnel de vestuarios su cara era de incredulidad ante el resultado. Además se llevó la mano en la boca como gesto de todavía no asimilar lo que había ocurrido.
Un partido gris de Mbappé
Ante el Athletic, Mbappé había sido la gran estrella consiguiendo dos goles para asaltar San Mamés. Llegaba con la moral por las nubes, pero ante el Celta no se vio la mejor versión del atacante francés. Es cierto que no estuvo peor que el resto de sus compañeros, pero aun así no brilló.

Aunque estuvo muy preciso en el pase, lo cierto es que tan solo disparó en 3 ocasiones a la portería rival. Y de esas solo una fue entre los 3 palos, números muy alejados al rendimiento al que nos tiene acostumbrados. Quizás por eso el gesto de Mbappé al acabar el encuentro.
El Real Madrid depende de Mbappé
Otra vez más, Mbappé no marcó y el Real Madrid fue incapaz de conseguir llevarse los 3 puntos. Algo que ya sucedió ante el Liverpool, el Elche, el Rayo Vallecano o el Girona. Cuando el francés no está acertado de cara a puerta, el resto de sus compañeros no dan un paso al frente para tapar ese vacío.

La última vez que Kylian no marcó pero el Real Madrid fue capaz de lograr la victoria fue en Champions ante la Juventus. Ese día fue Bellingham el que levantó los brazos consiguiendo el gol. El único del duelo y que por lo tanto dio el triunfo a los de Xabi Alonso.
Mbappé jugó con un dedo roto
Parte de la explicación al mal partido de Mbappé lo podemos encontrar en un lance durante el mismo. En una mala caída tuvo que ser atendido por los médicos del Real Madrid y después se le vio jugar con un vendaje en su mano izquierda. Más concretamente en el dedo anular.
El motivo es que se rompió el dedo después de una mala caída y tuvo que jugar con mucho dolor el resto del encuentro. Algo que se repetirá este miércoles ante el City, ya que no se lo perderá. Quizás volveremos a ver a otro francés con un vendaje triunfando en el Real Madrid como en su día Benzema.