Después de la derrota ante España, Croacia afrontaba el que teóricamente era el partido más asequible del grupo ante Albania. Sin embargo, los de Sylvinho ya avisaron de su peligro ante Italia.
Y las sensaciones que habían dado, los unos y los otros, se han vuelto a repetir. Modric tenía la misión de conducir a su selección a la primera victoria que les permitiera seguir soñando con ser segundo en el grupo.
Sin embargo, Luka no dio su mejor versión, especialmente en una primera mitad en la que Albania se adelantó en el marcador dando la gran sorpresa, mientras los ajedrezados naufragaban en su idea.
Mucho control de juego, pero poco peligro, especialmente porque el madridista no estaba entrando en juego, quizás por la posición más de mediapunta en la que le habían colocado, quedando desconectado de todo.
Mejoría en la segunda mitad
Es cierto que en el Madrid saben que Modric, debido a su edad, rinde mejor como revulsivo desde el banquillo y no llevando el peso, más cuando jugó ante España con tan poco tiempo de descanso.
Pero con los cambios sí que recuperó un poco más su sitio, y aunque no fue decisivo, sí que controló más el juego. Así llegó la remontada, aunque fue Budimir el que revolucionó el encuentro.
Y cuando todo parecía decidido, la debilidad croata volvió a dilapidar el resultado. Permitieron que Albania empatase el partido, dejando que Modric esté a un paso de despedirse de la Eurocopa si no ganan a Italia.
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