El Real Madrid, aprovechando que se ha abierto el mercado de pases, busca cerrar todas las renovaciones que tiene pendientes para poder operar con mayor soltura a la hora de administrar las entradas y las salidas en el vestuario del Santiago Bernabéu. Una de esas renovaciones es la de Andriy Lunin, que todavía no se ha decidido a pesar de que tiene una oferta encima de la mesa.
La junta directiva liderada por Florentino Pérez propuso su continuidad hasta verano de 2029, una idea que le generaba ciertas dudas debido al regreso de Thibaut Courtois al máximo nivel competitivo tal y como se vio en la final de la Champions League contra el Borussia Dortmund. Con la eliminación de Ucrania de la Eurocopa, desde las oficinas de Valdebebas envían un mensaje muy claro a Lunin.
“Vamos a poner sobre la mesa tu renovación hasta 2029, la oferta que se habló hace meses”. Los ejecutivos blancos quieren resolver el dilema en torno a su continuidad lo antes posible. Si el guardameta europeo acepta y firma la propuesta enviada, se acabó el culebrón. Por otro lado, si Lunin continúa sin ofrecer una respuesta en los próximos días o directamente la rechaza, el Real Madrid comprende que el tiempo del ‘13’ como jugador blanco se terminó.
Dos caminos distintos
Porque el Real Madrid, además de buscar en el mercado a su reemplazo en el puesto de segundo portero, también debe establecer negociaciones con los clubes interesados en hacerse con su ficha: el objetivo prioritario sería evitar su salida como agente libre aprovechando que tiene contrato hasta el verano de 2025.
Además, la búsqueda del portero ucraniano no estaría limitada solo a nombres como Joan García o Fran González, puesto que varios periodistas y medios de comunicación habrían informado de que Kepa Arrizabalaga podría retornar al estadio blanco siempre y cuando su excompañero decida no continuar defendiendo el escudo del Real Madrid.
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