El Real Madrid, salvo las incorporaciones de Leny Yoro y Alphonso Davies, parece haber resuelto con rapidez sus intervenciones en el presente mercado de fichajes.
Si bien es cierto que los rumores que sitúan a decenas de jugadores en la órbita del club blanco no se detendrán hasta que comience la temporada 24/25, en las oficinas de Valdebebas parecen tener claro su objetivo.
Mientras trabajan en los traspasos del joven central francés y del lateral canadiense, la junta directiva merengue mantiene conversaciones con aquellos futbolistas a los que pueda renovar.
Uno de esos casos se ha complicado sobremanera últimamente: Andriy Lunin no tiene tan claros los argumentos a favor de su continuidad en el cuadro blanco desde el regreso por todo lo alto de Thibaut Courtois.
El tiempo se agota para el ‘13' ucraniano: los ojeadores merengues ya están buscando alternativas en el mercado de fichajes. Aunque nombres como Joan García sean del gusto de la cúpula blanca, el segundo portero del Real Madrid en caso de que Lunin decida no renovar será un jugador que no se ha marchado totalmente del equipo blanco: Kepa Arrizabalaga.
Opción más plausible
El hasta ahora ‘25’ vasco ha recuperado su estatus de futbolista del Chelsea, pero el Real Madrid todavía no ha publicado ningún mensaje de despedida como sí ha hecho con Nacho, Joselu o Toni Kroos. Las dudas en torno a la permanencia de Andriy Lunin en el equipo blanco, así como este llamativo gesto de la entidad blanca, dan a entender que la cercanía de Kepa al club madrileño podría desembocar en otra cesión.
Porque si Kepa tuviera que entrar de nuevo en el vestuario merengue, lo haría en calidad de cedido aprovechando que termina contrato con la entidad blue hasta verano de 2025. Después de esa fecha los mandamases blancos podrían hacerse con su ficha como agente libre, un plan que Todd Boehly intentaría frustrar negociando un tránsfer durante este verano siempre y cuando el Real Madrid muestre interés en el guardameta de Ondárroa.
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