Los reyes Felipe VI y Letizia han interrumpido sus vacaciones para visitar las zonas devastadas por los incendios forestales que han asolado varias regiones de España. La reina Letizia, quien no había aparecido en público desde el 5 de agosto en Mallorca, regresó a la agenda oficial para mostrar su apoyo a los afectados. Su primera parada fue el Parque Natural Lago de Sanabria en Zamora y las Sierras Segundera y de Porto, así como el Parque de Las Médulas en León, donde los incendios han quemado más de 20,000 hectáreas y aún no están completamente extinguidos.
La jornada comenzó con contratiempos debido a la escasa visibilidad causada por el humo, lo que obligó a ajustar el itinerario y retrasar la visita. En el Puesto de Mando Avanzado situado en la Casa del Parque Natural del Lago de Sanabria, los Reyes agradecieron la labor de los equipos de extinción, protección civil, emergencias y Guardia Civil. Letizia, vestida de manera sencilla con vaqueros marrones y camisa blanca, fue recibida con aplausos y se mostró cercana al escuchar las necesidades de los vecinos y los detalles de la catástrofe.

EL BUEN GESTO DE LA REINA LETIZIA CON LOS AFECTADOS
Esta visita marca el inicio de una semana intensa para los monarcas, quienes continuarán su recorrido por Galicia y Extremadura el jueves 28 y viernes 29 de agosto para evaluar los daños causados por el fuego en esas regiones. Felipe VI ya había retomado sus compromisos el 17 de agosto, visitando el cuartel general de la UME en Madrid, pero esta fue la primera aparición conjunta de los Reyes tras las vacaciones.

La agenda real se ha adaptado a la emergencia nacional, reflejando el compromiso de la Casa Real con las comunidades afectadas. La reina Letizia, conocida por su implicación en causas sociales, mostró especial interés por los testimonios de los profesionales y los habitantes de las zonas devastadas. Este acto no solo subraya la solidaridad de los Reyes, sino también su esfuerzo por visibilizar la labor de quienes combaten los incendios y apoyan a la población. La visita, cargada de simbolismo, refuerza el papel de la monarquía como pilar de apoyo en momentos de crisis.