El Real Madrid ha dado esta tarde un importante golpe en la mesa en el estadio Olímpico Lluís Companys, recuperando así el liderato en la competición liguera.
Los futbolistas de Carlo Ancelotti han vencido 1-2 esta tarde al Barcelona, en un enfrentamiento en el que los merengues fueron claramente superiores a los azulgranas.
Sin embargo, el partido pudo ser decidido por Jesús Gil Manzano, aunque Jude Bellingham finalmente le resolvió la papeleta al árbitro extremeño que cometió un grave error.
Ya está demostrado que cuando el físico o el fútbol le falta a los culés, siempre aparece un representante del estamento arbitral para solucionarle el problema a la entidad azulgrana.
Y esto es lo que iba a suceder, ya que el partido se encontraba 1-1, en el minuto 79, cuando Jesús Gil Manzano no señaló un claro penalti de Ronald Araújo sobre Eduardo Camavinga.
El francés, que entró en el segundo tiempo de lateral izquierdo por Ferland Mendy, fue un dolor de cabeza para los azulgranas, que solo podían detener con faltas al '12' merengue.
Lo llamativo de esta acción es que ni fue revisada por el VAR, algo que resulta aún más escandaloso, especialmente porque es el uruguayo quien utiliza los brazos y engancha con las piernas a Camavinga dentro del área.
Carlo Ancelotti y el cuerpo técnico estallaron contra Gil Manzano por la acción, pero la suerte del extremeño fue contar con Jude Bellingham sobre el terreno de juego, ya que fue el británico quien decidió este primer Clásico de la temporada.