La acción de Araujo fue determinante en el desarrollo del encuentro y el Sevilla se vio gravemente afectado por ello. Monchi no dijo nada sobre el 'robo' que había sufrido su equipo en el Camp Nou, aunque en el Bernabéu no deja pasar ni una.
Como es costumbre, los 'lloros' de Monchi son habituales tras cada partido en la capital, pero frente al Barça adquiere un 'color' diferente. A pesar del 'atraco' que vimos ayer en el Camp Nou, el director deportivo no realizó ninguna declaración y no salió a 'rajar', esta vez, en contra de los árbitros.
Ya sabemos como se las gasta Monchi y queda reflejado su antimadridismo una vez más. El club hispalense no se pronunció tras el partido y ningún jugador comentó nada al respecto, a diferencia de los encuentros en los que se ha enfrentado al Real Madrid y, en especial, el de esta temporada.
Recogemos las palabras del director deportivo hace unos meses tras caer derrotado en el Bernabéu: “Ni yo ni cualquiera que lo vea tiene dudas. No tengo que decirlo yo porque soy parte interesada, cualquiera que lo vea… hay contacto, una zancadilla y es penalti. Un penalti muy claro. No voy a entrar en más discusiones”.
Y hace dos años, en el mismo escenario, nos dejó unas declaraciones que habló mucho de su línea a seguir: "Me niego a analizar el partido táctica-técnicamente porque esa jugada es muy clave. Es absurdo analizar a partir de ahí nada. Si anulan el gol de De Jong igual bajo al campo y saco al equipo".
Sin embargo, esta vez en el Camp Nou no ha querido sacar a nadie del campo y tampoco se atrevió a arremeter contra nadie. El penalti es claro, pero la posición de Sevilla al respecto ha dejado muchas dudas, teniendo en cuenta la tónica a seguir con el Real Madrid.
Una acción determinante
La mano de Araujo dentro del área no fue valorada ni por el árbitro principal ni por el VAR. Sin embargo, una acción muy similar ocurrió el sábado con una mano pitada al Mallorca, donde el VAR si entró y determinó la pena máxima.
La política de manos continúa sin dejar a nadie satisfecho y una semana más se vuelve a ver reflejado. El brazo del jugador uruguayo está completamente separado y corta un centro peligroso a su área.
Un acción que no fue entendida por nadie, y hasta los propios blaugranas admitieron que era incomprensible que no se hubiera revisado la jugada. El VAR continúa haciendo de las suyas y como es costumbre, volvió a estar del lado de los culés.
Eso sí, el revuelo que tuvo lugar tras los tres penaltis en Balaídos fue mucho mayor que lo vivido ayer en el Camp Nou. Duele aceptar la realidad del Real Madrid y muchos siguen asumir que los blancos continúan liderando la clasificación por méritos propios.