Todos los cambios registrados en torno a la Superliga han provocado muchos movimientos tanto en Madrid como en Barcelona. El progresivo y notorio acercamiento de Joan Laporta a UEFA y ECF, entidades contrarias a la competición ideada por Florentino Pérez, ha provocado que el presidente del Real Madrid recuerde las penalizaciones por abandonar el proyecto que fundaron, inicialmente, con buena parte de la élite futbolística europea.
Porque ahora el FC Barcelona es una parte fundamental del apoyo a este torneo que sigue esperando una forma de competir con la Champions League. Los movimientos de Joan Laporta dejan un resultado muy claro: si el club que preside desea abandonar la realización del proyecto de la Superliga, dirigido ahora por A22 Sports, deberá abonar una cuantiosa multa valorada en más de 300 millones de euros. La penalización sería catastrófica para la maltrecha economía azulgrana.
Especialmente cuando, en sus últimos balances económicos, la escuadra radicada en la Ciudad Condal advertía unos resultados finales negativos, valorados en 17 millones de euros. El FC Barcelona dista mucho de tener una economía saneada, a pesar de las incesantes y llamativas gestiones realizadas por Joan Laporta desde su regreso a la presidencia azulgrana.

Alerta importantísima
La cuantiosa multa que el conjunto culé debería abonar si desea abanadonar la Superliga está integrada por dos cantidades. La primera es sin duda la más llamativa, esos 300 millones de euros de indemnización fijados al inicio de la creación de la competición. El proyecto carece de una base sólida a pesar de contar con el refrendo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, por lo que el apoyo de los clubes que todavía lo integran es fundamental para lograr su éxito cuanto antes.
La segunda parte de esa multa que debería pagar el FC Barcelona está valorada en apenas cuatro millones de euros. No obstante, se trata de activos de una importancia estratégica en la creación y mantenimiento de la competición. Porque el equipo culé perdería esos cuatro millones en acciones de la empresa Super League Company S.L., así como el préstamo realizado para la puesta en marcha de la propia Superliga europea. La situación no es fácil de resolver.

De momento no mueve ficha
Por eso Florentino Pérez, como suele hacer siempre, ha optado por dejar que los acontecimientos se desarrollen como deban. No en vano el presidente del Real Madrid puede emplear las obligaciones contraídas por el propio Joan Laporta como 'seguros' en caso de que el FC Barcelona complete este supuesto acercamiento a UEFA y la Asociación de Clubes Europeos.
El refrendo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea parecía abrir definitivamente la puerta a la puesta en marcha de la Superliga. El paso del tiempo, sin embargo, parece haber erosionado la viabilidad de un proyecto con cada vez menos apoyos, al menos entre la élite futbolística europea, abrumado por el cambio de formato que UEFA puso en marcha en la Champions League.