El Real Madrid Castilla disputó este miércoles, en el en el campo 7 de la Ciudad Deportiva de Valdebebas, el partido aplazado correspondiente a la segunda jornada de la Primera Federación ante el Racing Ferrol y el cuadro de Álvaro Arbeloa perdió por la mínima (0-1), pese a intentarlo con numerosas ocasiones de gol, no pudieron darle la vuelta al marcador. Aunque el encuentro quedó marcado por el pésimo arbitraje de Manuel Camacho Garrote, que perdonó la expulsión de uno de los futbolistas gallegos por una clara agresión a Joan Martínez.
Fue en la primera parte, con el encuentro en su tramo inicial, cuando Saúl García le propinó un feo codazo a Martínez, que se lesionó de gravedad el año pasado durante un entrenamiento con el primer equipo -sufrió una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda-, antes de entrarle y desequilibrar al central por completo. La jugada, en la que el juez de línea se encontraba a un metro, acabó con una cartulina amarilla y ni el linier ni el árbitro, que fue al monitor a ver el incidente porque pidió el VAR Arbeloa, rectificaron de criterio.
El codazo CRIMINAL contra Joan Martínez.
— (fan) REAL MADRID FANS 🤍 (@AdriRM33) September 18, 2025
El VAR mantuvo la amarilla en la revisión, es una ABSOLUTA VERGÜENZA 🤬🤬🤬pic.twitter.com/aXJLN60NSj
Una acción que no pasó desapercibida y que, de una manera u otra, influyó en el resultado al ocurrir en el minuto 12. Con todo el choque por delante, el Castilla vio nuevamente cómo los trencillas son un obstáculo que, como con el primer equipo, parecen tener un plan preestablecido para perjudicar los intereses de los blancos. La decisión, aparte de indignar a la afición local, sacó de quicio a Arbeloa con toda la razón del mundo y el técnico no se mordió la lengua en la posterior rueda de prensa.
Joan Martínez ha pasado por un proceso de rehabilitación largo y el club, pese a todo, no ha dejado de confiar en el potencial que tiene. El valenciano es, de hecho, una de las promesas más emergentes de La Fábrica y hace días renovaba con el Madrid hasta 2029, blindándole por completo con una cláusula de rescisión de 150 millones de euros. En Valdebebas son cautos y le protegen y jugadas como ésta no son convenientes para la autoestima del futbolista, que cumplió el pasado mes de agosto los 18 años.
Arbeloa explota
La derrota del Castilla, que llegó con un gol de Pascu al borde del descanso, fue analizada por Arbeloa tras el choque y, por supuesto, al técnico del filial madridista le preguntaron por la cartulina roja que tuvo que ver Saúl García por su agresión a Joan. Una expulsión que la justificaba de manera fundamentada el ex futbolista. “Para mí es una tarjeta roja clara porque tú no puedes ir con el brazo al cuello de un jugador, pero después de lo que pasó el domingo... La verdad es que ya ni me sorprenden las decisiones de los árbitros”, indicó Arbeloa.

“El nivel es el que hay porque ya la excusa de las cosas del directo, de la posición o de que son jugadas muy rápidas ya no las tienen y los errores siguen estando. Pero bueno, seguro que es lo que toca todo el año”, añadió el míster con un tono y gesto enfadados.
“No puedo decir nada más que el hecho de que no entiendo algunas de las decisiones. Pero no debo perder energía en eso porque tengo mucho trabajo con mis jugadores como para ponerme a pensar en los árbitros. El nivel es el que hay en el estamento arbitral y con esto, pues como con el sol: cuando hace calor, hace calor. No hay nada más que hacer”, zanjó Arbeloa.