Joan Gaspart, ex presidente del FC Barcelona, ha contado en 'Solo para culés', sección de El Chiringuito de Jugones, como fue el encuentro con Luis Figo en el palco de Montjuic. El portugués, que es embajador de la UEFA, estuvo presente en ese partido entre los culés y el PSG.
"Figo estaba en la parte izquierda donde le estaban insultando. Él plantaba cara a sus insultos. No se escondía y miraba a los que le insultaban", empezó afirmando Gaspart. "A la salida dio la vuelta y salió por donde estaba sentado. Yo ni me inmuté", apuntó.
😱 ¿REENCUENTRO GASPART-FIGO? 😱
— El Chiringuito TV (@elchiringuitotv) October 8, 2025
💣 El expresidente culé cuenta qué pasó en el palco de Montjuic durante el Barça-PSG en Champions.
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Además, resalta que el socio del Barça no es rencoroso, pero sí es cierto que no olvida: "Nunca se nos olvidará que Figo se haya ido al Barça, pero la próxima vez que juguemos contra el Real Madrid hay que actuar al 50% con Florentino Pérez. El presidente tiene que recibir el mismo trato que Figo al 50%", manifestó.
Gaspart sentencia que no hubo encuentro con él y cuenta una anécdota que le pasó con el luso hace años: "Lo intenté saludar en Suiza hace años y pasó de mí. Yo, en lugar de callarme, le dije: 'con la mujer tan guapa que tienes no entiendo el motivo por el que no me das la mano'".
"Es imposible que nos podamos tomar un cáfe. Ya he explicado que he tenido la posibilidad de solventar la situación y no lo he hecho", detalla. Por último, no desveló si Hristo Stoichkov se encontró con Figo: "Stoichkov piensa igual que yo. Es un culé más, punto", concluyó.
Todavía duele
Este tipo de declaraciones vienen a demostrar que en la ciudad condal todavía están dolidos por este fichaje que hizo Florentino Pérez en el año 2000 y que le valió, en gran medida, para ganar las elecciones a la presidencia del Real Madrid. A pesar de que pasen los años, ya 25, en Barcelona no lo han superado y ven a este ex futbolista como un enemigo público.
Figo, por su parte, no tiene mayor problemas en ir a Montjuic o al palco del Camp Nou. Le da exactamente igual y ya ha pasado página. No le teme a nada y tampoco le preocupa que le insulten en varios sectores del estadio. Incluso, no se esconde, es más, siempre da la cara. En el Bernabéu, como no podía ser de otra manera, sigue siendo querido y se le recuerda con cariño, no solo por lo que supuso su llegada, sino por la manera en la que rindió dentro del terreno de juego. Sus registros con la elástica merengue fueron buenos.