En este sentido, en el Real Madrid han puesto especial énfasis en las ‘trampas’ del Barcelona. Los culés son artistas del teatro, como dijo Mourinho, pero también tienen ciertos trucos dentro del campo que, con el tiempo, el Madrid ha sabido descifrar. De hecho, en las últimas horas, los jugadores de Zidane, según ha podido confirmar Defensa Central, han recibido una serie de puntualizaciones sobre los culés que, aunque no lo parezca, pueden decidir un Clásico. De ahí que la plantilla haya prestado una atención especial.
En primer lugar, el ‘truco’ de ir a rodear al árbitro. El Barcelona es un maestro en este arte. Piqué suele correr como un tren a por el colegiado de turno para intimidarle y pedirle cualquier cosa que le beneficie, ya sea tarjeta para el rival, una falta o una expulsión si se tercia. El caso es amedrentar al colegiado en cuanto se pueda. La ‘táctica’ consiste en que Piqué sea secundado por, al menos, dos o tres compañeros más para que la presión al colegiado sea aún mayor. El objetivo es condicionar la próxima decisión del árbitro porque, como suele ser habitual, ninguno se suele atrever a castigar esa presión en grupo con tarjetas, algo para lo que el trencilla está legitimado pero que no hacen. En el Madrid son conscientes de ello y, para frenarlo, deben igualar la presión al colegiado con el mismo número de efectivos cuando el Barça ‘ataque’. Solo así el efecto intimidante quedará mitigado.
La segunda triquiñuela del Barcelona tiene que ver con Messi. El Real Madrid es consciente de lo peligroso que es cometer una falta cerca de la frontal porque el argentino es peligroso en esos balones parados. Eso sí, a los jugadores de Zidane se les ha pedido que estén muy atentos al lugar en el que se produce la falta…porque no siempre coincide con el punto exacto en el que luego Messi golpea. De hecho, no sería la primera vez en la que el argentino mueve el balón uno o dos metros hacia atrás con el objetivo de conseguir mejor ángulo o que simplemente la barrera esté más lejos del cuero. No es un detalle menor y los jugadores madridistas ya están advertidos: las faltas se deben sacar en el sitio exacto, si Messi mueve el balón hay que denunciarlo porque ese simplemente movimiento puede costar un gol (El caño brutal que le hizo el madridista Kubo a Messi y que la TV no repitió)
El tercer peligro a evitar tiene que ver con Suárez. En todas sus vertientes, además: ya sea en su faceta de ‘fingidor’ dentro del área, con piscinazos lamentables que los árbitros suelen tragarse, o como provocador, con insultos, improperios o frases antideportivas que solo buscan descentrar al rival, generalmente sus marcadores que, en este caso, serán Varane y Ramos. Los dos centrales especialmente, aunque todo el equipo ya lo sabe, están avisados de no caer en el juego sucio y barriobajero de Suárez. Si entran en él están perdidos porque les sacará del partido.
Estos tres puntos han sido pormenorizadamente analizados por el Real Madrid y los jugadores los tienen bien claros. El Barcelona es un buen equipo pero tiene armas ‘ocultas’ que conviene, primero descifrar, y segundo, frenar. Si los de Zidane están metidos en el partido tendrán en cuenta, además del trabajo táctico, estos aspectos del juego con los que los culés tratarán de marcar la diferencia. Avisados están.
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