De los 100 jugadores nominados al Golden Boy, hay cuatro madridistas que se habrían metido entre los 100 mejores futbolistas jóvenes del mundo nacidos a partir del 1 de enero de 2005. Se trata de Huijsen, Arda Güler, Endrick y Mastantuono. Cada mes que pase, la publicación italiana irá revelando el ranking de candidatos, y será en diciembre cuando ya se conozca el ganador.
El favorito de los madridistas es Dean Huijsen, aunque con el nivel que está mostrando Arda, también podría estar perfectamente compitiendo por el trofeo. El futbolista turco es el jugador que más pases clave ha dado en las cinco grandes ligas en lo que va de temporada, empatado con Kylian Mbappé. Además, también finalizó muy bien el curso pasado, teniendo mucho más protagonismo que al principio.
El Real Madrid respeta mucho este premio y confía en todo el procedimiento de votación. Por eso mismo, no duda en darle relevancia a través de sus redes sociales. En cambio, con el Balón de Oro parece que después de lo que ocurrió en la temporada pasada, ya no va a ser lo mismo. Todavía no entienden cómo no le dieron el premio a Vinícius Júnior, que fue el que más se lo mereció.
🚨 OFFICIAL: Dean Huijsen, Arda Güler, Endrick and Mastantuono have been nominated for the Golden Boy Award. pic.twitter.com/4y0GOuSJtr
— Madrid Universal (@MadridUniversal) September 13, 2025
Llegará su momento
Franco Mastantuono tiene 18 años recién cumplidos y todavía está en proceso de adaptación con el Real Madrid. Por potencial, puede acabar ganando el Golden Boy en una de las próximas temporadas, pero hay que tener paciencia. Acaba de llegar desde muy lejos y algunos le han puesto una presión muy grande desde el primer día. Por suerte, en el club están gestionando muy bien la situación.

Lo bueno es que Xabi Alonso tiene mucha confianza en él y se ha visto muchos partidos suyos. Sabe lo que le puede dar al equipo y no tiene ninguna duda de que terminará enamorando a todos los madridistas. Lo que sí parece cada vez más claro es que su posición no es la de extremo derecho. Se siente mucho más cómodo jugando por dentro, asociándose y ayudando en la creación.